sábado, octubre 28, 2006


Y sí, os hablo desde esta colina, la colina creada en homenaje a él, al mayor loco que pueda existir, a ese genio de la palabra que tantas y tantas veces me ha puesto la piel de gallina.A tí, Jesús Quintero, para que sigas regalándome una razón por la que ser feliz.
Si tú me dijeses ven...
http://www.jesusquintero.com/


Perdemos la juventud el día que dejamos de ser ácratas, el día que comenzamos a comprender y a disculpar al sistema.

Perdemos la juventud el día que dejamos de soñar con el paraíso en la tierra, un paraíso para todos, el día que comenzamos a llamar con desprecio utópicos a los que siguen soñando, el día que se nos despierta el sentido práctico y entramos en el juego y aceptamos las reglas.

Perdemos la juventud el día que nos levantamos dispuestos a vendernos al mejor postor, y al mejor impostor, el día que nos doblamos a la sinrazón de la fuerza y del chantaje.

Perdemos la juventud el día que admitimos que todo y todos tenemos un precio, el día que estamos dispuestos a vender cualquier cosa si no por el plato de lenteja, por unos kilos de papel.

Perdemos la juventud el día que aceptamos al ganador y no damos un duro por una causa perdida.

Perdemos la juventud el día que aceptamos que esto es lo que hay...que siempre ha sido así...y que no se puede hacer nada nuevo para cambiarlo...

Perdemos la juventud el día que nos miramos a un espejo y no se nos cae la cara de vergüenza porque hemos perdido la vergüenza...

Perdemos la juventud el día que miramos alrededor y sólo vemos lo que puede verse, el día que alargamos la mano y sólo tocamos lo que puede tocarse.

Perdemos la juventud el día que el mundo deja definitivamente de ser mágico.